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sábado, 28 de marzo de 2015

El atardecer de la carne.

Estaba atardeciendo, la luces sobrevivían por los contornos de las montañas, ya no hacía calor. Los zorzales cantaban cuando los invitados degustaban pomposos pastelitos de crema acompañados de un café.
Mas de cien personas, reunidas en una lujosa casa a las afueras de Barcelona. Todos los niños correteaban por los inmensos jardines y jugaban a las escondidas por las habitaciones de la casa. Las mujeres, reunidas en torno a un mesón al lado de la piscina, bebían su tinto de la tarde, atendidas por elegantes meseros. Los hombres vociferaban y reían sosteniendo un vaso de coñac en sus tertulias vespertinas.
La mansión de mármol era demasiado grande para una pareja de recién casados que habían adquirido la casa con dinero de dudosa procedencia, pero eso no era lo importante aquella tarde, ese día había que dar envidia a los amigos y no tan amigos.
La mujer de la casa compró el mejor vestido para hacer sentir pobres a las invitadas. El marido destapó las mejores reservas de licor y obviamente enseñó con altanería la bodega privada del sótano. Los manjares circulaban sin cesar desde la cocina al inmenso patio, sólo les quedaba mandarse los dedos a la glotis a muchos invitados para poder pecar de gula un poco más.
Las luces de la casa se encendieron mientras el cielo rojizo anunciaba el silencioso cantar de los grillos en la noche. Pero aquel día no sonaría el chirrido de los insectos.
El cielo todavía se alzaba azul y anaranjado, cuando la calma fue rota por ladridos a lo lejos. Se acercan unos perros.
Fue mala idea por parte de los dueños pedir prestado dinero a malas amistades. Los dueños, ansiosos por destacar, desesperados por impresionar a partir de lo banal no contaron con que aquella tarde se saldaría una cuenta.
Veinte hombres con diez perros cada uno, rodearon las salidas de la casa. La tranquilidad desapareció cuando gritó el primer niño. Soltaron las correas del miedo; todos empezaron a correr, pero no había lugar a donde escapar.
Unos saltaron ingenuamente a la piscina, pero ésta se tiño de rojo. Otros corrieron como nunca en la vida, escapaban de los dientes que lo acosaban por detrás para encontrarse delante a hambrientos vasallos que les arrancaban la cara. Los niños no sabían que hacer y se quedaron escondidos en todos los rincones de la casa. El sonido carnívoro todavía no cesaba y los gritos entonaban la melodía de la horrenda masacre llena de babas. Los niños eran encontrados uno a uno y arrastrados a la oscuridad.
La música que acompañaba la familiar fiesta seguía sonando mientras el festival de carne se celebraba.
Dos mujeres y una niña se atrincheraron en el la despensa-congelador de la cocina. Allí rodeadas de tanta abundancia y muertas del frió, escuchaban cómo tocaba la puerta desesperado un hombre que gritaba por ayuda, después de varios gemidos el hombre se quedó callado y la sangre se fluyó por debajo de la puerta.
En el sótano, ni el propio dueño auxilió a su esposa, prefirió guarecerse con sus amigos de la cosecha del 45. Casi llorando intentó subir una escalera para alcanzar una estantería alta donde no lo pudieran atrapar. Los nervios y la desesperación hicieron que su pulso lo traicionara. Casi llegando, se calló; no le pasó nada pero la escalera movió las repisas llenas de botellas que cayeron sobre su cuerpo; la sangre y el vino derramado se confundían en esa escena grotesca.
Dos muchachos, encerrados en el clóset de un tercer piso, pensaban que sus papás se habían unido a su inocente juego cuando empezaron a escuchar los gritos. Estos gritos no eran porque te habían encontrado para decir tu nombre en la pared o para decir "por mí y por todos mis amigos".





viernes, 27 de marzo de 2015

Divagaciones...

(Confieso que cuando escribí esto era por una crisis de ideas que rondaba mi mente. A veces necesitamos desahogarnos con un trozo de papel para dejar claro que es lo que queremos hacer, y todo este proceso de retroalimentación y explosión de ideas inconexas exponen un extraño catálogo de lo que pensaba en un periodo muy corto de tiempo acerca de lo que verdad quería escribir. Reconozco que este texto es una aberración literaria. No obligo a nadie leerlo, pero sí tengan en cuenta que es como un extraño cortometraje de lo que linealmente recorre el subconsciente antes de dormir, en que a veces imaginamos cosas que nos pasan y pueden pasar. Es sencillamente ponerse a escribir cada pensamiento en ese mismo instante y sacarlo a flote mediante esta herramienta tan maravillosa que es la palabra. Por su parte, esto es algo totalmente experimental y no pretendo recibir elogios sobre lo que pienso, mas bien este texto es algo personal y una declaración a mi mismo y al que me lea de que pretendo esmerarme mucho mas a la hora de transmitir un mensaje.)

Cuando tu te vas estas soñando, cuando tu cuerpo se me hace humo, cuando tu foto se pierde en mi inconsciente. Estás pero no estás, te escapas de mi entendimiento, y navegas por los recodos de mi mirada.
Seguís allí, pero yo decidí no volverme a preocupar por tí, pero yo sigo mirando de reojo, desesperado. Busco un lugar en las nubes que me devuelva a la soledad de la imaginación, pero cómo imaginar si ocupas gran parte del pensamiento.
No te veo, pero es inevitable admitir que estamos en el mismo universo. Yo un idiota y tú, reluciente en la lejanía. Camino divagando formas, mi vista me engaña, me vuelvo enfermo por enfermarme y suspirar por ultima vez. Enserio, estoy cansado de escribirle tanto a este tema, pero parece que es lo único que me repara en las noches insomnes.
El viento sopla, el cielo está en un absoluto azul mientras las piedras se apilan en la hierba, con espacio para cada uno de nosotros. Divago y divago, no soporto la ternura, no soporto el amor, no soporto el desasosiego de la plenitud, pues la felicidad se tiene siempre como plan de futuro, pero nunca está en el presente.
Absolutamente abrumado por las tempestades, quiero regodearme en la lluvia sin miedo, quiero volverme a ver sin ataduras, y que la palabra fluya como si fuera la sangre. Todos los días me quedo esperando algo que no logro entender, todos los días espero un espejo que no me mienta, aguardo impaciente las columnas que soportan las estrellas.
Sueño y sueño, mas no paro de soñar. y es increíble cómo a partir de la incoherencia dejo de hablar de lo que no quiero que me atormente.
Vida anodina, no pasa nada, rutina, encierro, infeliz. Lobos que carcomen la presencia y mis sonrisas ya no son sinceras. Rima.
Que es el poema si no lo encuentro, que es la palabra si no encuentro la adecuada, que es la escritura si no entiendo que significa sentarse en este escritorio y que recorran mis dedos el teclado. No me entiendo, ni logro conectar las aberraciones que copio por no dejar enfriar mis dedos, por que mi mente dispara ideas y no las suelta y no quiero que se escapen.
Otra vez la imagen retardada de tu memoria, no aparezcas por mis lineas improvisadas maldita desgracia. Algún día quiero escribir una obra de teatro, pero me da pereza. Algún día terminaré la novela que aun no he empezado. Tal vez escriba un libro de poemas, pero cada que leo uno me dan ganas de quemarlo por que no lo entiendo.
Estoy cansado del descanso, y ahora que tengo tiempo no escribo nada porque no entiendo sobre qué escribir y para quién. No me ayuda ni al terminar el día y estoy un poco cansado de mi estilo pasado, pues quiero leerme y no perderme en la ensoñación de mi enigma de cabeza, que ni siquiera yo puedo lograr comprender. No entiendo la vida tal y como la viven los perros. No entiendo que hago, sin la coherencia, no entiendo que carajos es "me gusta lo que has hecho".
Que me digan que les gusta como que me digan que lo odian me importa tanto como que les pareció regular. Si no escribo para mí entonces no merece la pena que escriba para que sepan lo que pienso. Y si escribo para alguno me parece una insustancial y reverenda mierda.
Escribo y reescribo, pero no hay nadie que me diga como mejorar. Escribo y escribo y me dicen que es un error que hagas esto mientras otros dicen que les parece precioso, entonces ¿qué puñetes esperan, si ellos opinan es por que les parece a ellos y no me parece a mí?
Sí, estoy un poco cansado de eso. Para quién hago esto, de que le serviría leer esto, va a solucionar los problemas de alguien que yo escriba.
A partir de hoy no haré mas mierda sin sentido, habrá algo de lo que hacer pensar en cada escrito, se acabo la mediocridad...

Post data: Este es un oficio de los que perseguimos el detalle, lo ínfimo para sacarlo a flote. A veces sentimos que algo se nos queda grande a pesar de que lo amamos con locura, en mi caso mi amor reside en cómo con unas 27 letras bien puestas pueden hacer sentir tantas cosas.Soy un arquitecto de palabras, de textos, de historias y pensamientos. Me parece una maravilla esta relación insignificante con la historia del conocimiento y si considero que me hace falta mejorar, mejoraré hasta que mis dedos no puedan mas;  pero a veces siento que mi estructura tambalea ante la actual exigencia propia, esto no quiere decir que no vaya a dejar lo que amo, sino que necesito encontrar mi estilo y mi forma de llegar al alma







lunes, 9 de marzo de 2015

No existes

Se volvió una rutina, se convirtió una pesadilla, una cadena que destroza la mirada y el recuerdo.
Me cansé de las mismas palabras, de las mismas tentaciones, de la urgencia, de la desesperación.
Volví a pasar por aquella puerta, la veo casi todos los días. Ahora hago un camino mas largo para no pasar por allí. Hace poco me dijiste que te acordabas... y si tú te acuerdas, me condenas.
Pegado al paradigma de soñar cosas del pasado y no inundarme en el incomprensible mundo de lo onírico. Nada nuevo, solo un ancla pegada a aquel portal.
Recuerdo la humedad de la lluvia, de mis lágrimas. En el portal se urgieron historias de mañanas, tardes y noches. Me condenaste a seguir en tierra antes que acudir a mi entierro.
Negaré siempre tu existencia, pues no existes, no existes, no existes...pero con tu llamada te volviste real. Nunca, nunca, nunca...fue la palabra que mas oí de tu boca antes de que desaparecieras.
Estoy tan cansado que seas el núcleo de mis poemas. Soy arquitecto de palabras y sigues rondando mis sonetos sin que yo te convoque. Eres, pero no quiero que seas. Quiero que mueras, pero en mi cabeza.
 Doce de la noche, suena un teléfono:
-¿Te acuerdas de mí?  (sonido de un llanto), te extraño...(silencio)
Mi cabeza solo profiere maldiciones pero mi voz no reacciona.
-¿Sabes quien soy?- dijo ella
-Lamentablemente sí...
(¿Por qué llamaste?, ¿que haces?¿ como conseguiste mi numero? déjame, cuelga, vete, desaparece de mi mente, No existes.)
Tanto tiempo escapando al mismo lugar con mis fantasías, Tu voz me hizo dar cuenta de que todavía dependo te tu aroma, pero no existes, no quiero que existas, pues atormentas mi libertad en cada paso, en cada respirar, en cada esquina espero que estés vos.
Que oportuna tu llamada... me vuelves a mandar las conversaciones y las fotos que creía borradas.
Allí en esas fotos se encuentra la única mujer que he amado y recordaré, aquí estoy yo, al que olvidan siempre y recuerdan para destrozarlo.
Vuelves a mí triunfante, pero yo caigo de nuevo. {Tu mirada estará sedienta de verme caer una vez mas}. Tu no sientes nada, pero yo retrocedo todo lo borrado, y se vuelve a escribir.
-¿Mañana nos vemos?- dijo ella
-Todavía no
Si te veo otra vez, me derretiré en su mirada... ¿si te veo me dejaras ser libre?
Te veré salir de tu portal, no habrá escapatoria... me verás y me hundirás de nuevo, te conozco. Te me acercarás y estaré temblando. Seremos de nuevo desconocidos, y te aproximarás poco a poco con esa sonrisa inolvidable, repetiré a cada paso que des, no existes, no existes, no existes...Me saludarás como si no hubiera pasado nada, como si fuera tan fácil obviar lo que para ti fue tan simple y para mi un infierno. Conseguirás lo que te proponías, que viniera suplicando revivir el recuerdo.
Y ahí estarás, el fruto de mi tormento, y sé que todo lo que haga no será bueno. Me olvidarás de nuevo y yo continuaré fingiendo, condenado a mi soledad.









sábado, 7 de marzo de 2015

Mereces todo lo que sueñas

Que será de nuestra alma
cuando nuestros ojos
se cierren sin antes
ver tu presencia.

No seas tan fugaz,
pues te necesitamos
en todos los desenlaces.

Sos la espuma que perfila
la indómita y necia arena.
Eres la locura del hombre hecha carne

Eres madre, amiga y amante.
Un abrazo y un secreto;
una caricia sanadora;
confidente de ilusiones;
eres un beso hecho recuerdo.

Dueña de los deseos:
Al menos tenemos el sol
para acariciar tu sombra

Mereces todo lo que sueñas
pues todo nuestro empeño
pendula sobre tu sonrisa

-Feliz día de La Mujer.-